Exito.
La palabra éxito puede tener muchos significados, seguramente para cada persona hay determinados aspectos de la vida que cobran más importancia que otros. Cuando hablamos de éxito ampliamos el término a todo un conjunto de cosas que afectan a la salud, el trabajo, las relaciones, el amor, la familia, el dinero, etc.
Los elementos que componen el éxito son necesidades que tienen las personas. Hay quien define el éxito como la situación en que se tienen cubiertas todas las necesidades.
De forma muy resumida el éxito es la felicidad.
Los elementos necesarios para alcanzar el éxito son:
Es tener serenidad y tranquilidad, la serenidad es el ingrediente más importante para el éxito. Hay un proverbio chino que dice:
«Si pierdes dinero, no has perdido nada,
si pierdes la salud, has perdido algo,
pero si pierdes la paz, lo has perdido todo».
si pierdes la salud, has perdido algo,
pero si pierdes la paz, lo has perdido todo».
Salud y energía: no podemos buscar el éxito a costa de nuestra salud. Necesitamos vitalidad, un tono positivo que nos incite a la acción.
Las relaciones afectivas: capacidad de establecer relaciones a largo plazo con otras personas constituyendo una fuente de satisfacción personal. Esencial para el propio equilibrio psicológico.
Debemos entregarnos a otras personas, amar y ser amados. Aquellas personas con relaciones afectivas positivas disfrutan más de la vida y su rendimiento en otras áreas es mayor.
La libertad económica: es importante que tengamos la capacidad de generar nuestros propios ingresos para no depender de nadie.
Libertad económica significa tener el dinero suficiente para no pensar en él y dedicar nuestros esfuerzos a cosas superiores.
Valores: estos valores suponen tener unas metas e ideales dignos que aportan un significado a nuestra vida. Todos necesitamos creer en lo que hacemos, comprometernos, participar, poner entusiasmo. Cuando no sabemos por qué hacemos las cosas, cuando no tenemos unos valores que sustenten nuestras acciones, entonces falla nuestra motivación.
Es muy importante tener objetivos que sean consecuentes con nuestros propios valores, si no lo hacemos así, entramos en el juego de la doble moral, hacemos cosas en las que no creemos, jugamos a la hipocresía. Necesitaríamos de motivaciones externas (ej. dinero) y cuando éstas fallasen sería probable venirse abajo, porque lo que se hace no tiene sentido.
Autoconocimiento: comprenderse a sí mismo, saber cuáles son nuestras verdaderas motivaciones, nuestros puntos fuertes y débiles. Para ello hay que ser honesto con uno mismo, ver la realidad y no querer engañarse.
Autoconocimiento: comprenderse a sí mismo, saber cuáles son nuestras verdaderas motivaciones, nuestros puntos fuertes y débiles. Para ello hay que ser honesto con uno mismo, ver la realidad y no querer engañarse.
El autoconocimiento es un proceso que no acaba nunca; nuestros pensamientos, nuestras acciones y el mundo están siempre cambiando.
La autorrealización: autorrealizarse significa que uno se está convirtiendo en todo lo que uno es capaz de ser, es la sensación de que uno está progresando por el buen camino, uno siente que está satisfecho con su vida. (Maslow).
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