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Wednesday, January 31, 2007

Sugerencias para el Desarrollo Congregacional (Extracto)


Por Kripamoya Das

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Con considerable precaución al punto de correr el riesgo de ser visto como iconoclasta, me gustaría presentar la siguiente sugerencia para los líderes y predicadores de ISKCON.

Visión

(1). La distribución de libros debería ser visto como un medio que conlleva a un
final y no como un final en si mismo.”Distribuyan libros y todo vendrá” debería seguir siendo nuestro lema, pero cuando “todo” viene en la forma de nuevos miembros entusiastas, algunos de nosotros tendremos que tomar cuidado de ellos. El entrenamiento de los devotos para que puedan participen completamente en esta siguiente etapa del crecimiento de ISKCON debería comenzar desde ahora.

(2). Después de haber despertado su dormido interés por Krishna al leer los libros de
Srila Prabhupada, la mayoría de personas quieren hablar con los devotos, los ejemplos vivientes del bhakti yoga.

(3). Sin embargo nosotros no somos mas, el único movimiento el cual habla acerca de los Vedas, el bhakti, la reencarnación, karma, mantra, meditación en Krsna. Hay también muchas otras organizaciones que cantan Hare Krsna. Si nosotros mismos no respondemos al éxito de nuestra distribución de libros entonces otros grupos si lo harán. Ellos ya nos felicitan diciendo, “ISKCON es muy bueno en hacer miembros para nosotros”.

(4). La gente joven ya no se vuelven ‘hippies’, y abandonan todo como lo hacían antes, al inicio del movimiento, cuando ellos eran “nuestros mejores clientes”. Dos décadas de cultos y seudos religiones han provocado un saludable cinismo en la gente. Incluso para aquellos que están seriamente involucrados en asuntos espirituales, unirse a comunidades religiosas es meramente una de las muchas opciones comunes y corrientes. Alternativas mucho más convenientes están disponibles en las ciudades de hoy en día.

(5). Por lo tanto en esta importante etapa de crecimiento, ISKCON necesita simientes fuertes. Si no hay un templo en toda ciudad y aldea al menos podría haber un(a) amigo(a) quien actúe como un centro de información y contacto. De esta manera el movimiento Hare Krsna desarrollaría una imagen “local”.

(6). Contactos locales conectados entre ellos podrían formar las bases de las actividades que ISKCON desea impulsar. A través de una administración y organización eficaz, los predicadores de ISKCON podrían ayudar a cientos de tales contactos y grupos locales.

Estrategia

(1). Una política de desarrollo congregacional debería ser discutida y todos los devotos en los templos deberían de considerar el rol que ellos pueden desempeñar. Por ejemplo, los distribuidores de libros pueden colectar los nombres de las personas más interesadas que ellos encuentran, y algunos fondos pueden ser separados para establecer comunicaciones constantes con estas personas.

(2). Un(a) devoto(a) casado(a) puede establecer un sistema de correspondencia, proveyendo cosas tales como: libros, cassettes, etc. Si es posible, una oficina de Desarrollo Congregacional debería establecerse para a coordinar la estrategia del yatra.

(3). De manera en que la oficina de Desarrollo Congregacional se desarrolle, esta puede
ser mantenida por la misma congregación.

(4). Revistas que tengan noticias tanto de las actividades del templo como de las actividades del grupo pueden ser publicadas. La idea es entusiasmar a las personas que practican conciencia de Krsna en lugares apartados.

(5). Mantener una lista de contactos o grupos en cada ciudad. Dar copias a los devotos de sankirtan y a los líderes del templo. Explicar como expandir las actividades de sankirtan que ya existen. Solo cuando los devotos lleguen a entender que estas personas son el resultado de todas sus oraciones y esfuerzos físicos, comenzaran a ver que el movimiento al que nosotros nos
referimos como “ISKCON” se extiende mucho mas allá de su propio templo.

Desarrollo Personal.


(1). Entusiasmar a devotos con experiencia a verse a si mismos como profesores, y por ende la necesidad de poner a otros devotos bajo su refugio. Viajes podrían ser necesarios.

(2). Mantener reuniones con estos predicadores para así poder discutir la mejor manera de ayudar a otros y progresar de un nivel de practica al siguiente.

(3). Imprimir una lista de predicadores con números telefónicos y hacerlas disponibles a los nuevos miembros y grupos.

(4). Tratar de arreglar reuniones entre los miembros en seminarios, festivales, retiros, fines de semana o campamentos de verano.

Grupos


(1). Escribir algunas guías básicas para los grupos. Esto debe ser basado en la experiencia genuina de los grupos más antiguos. Se debe incluir la descripción de artículos para el sadhana como: japa, kirtan, como dar clases, como ofrecer aratik, el estándar para cocinar prasadam, etc. La guía puede incluir comentarios reales de los mismos miembros de la congregación y no meramente citas espirituales.

(2). Los predicadores deben asegurarse de que los miembros del grupo tengan conocimiento de los estados de desarrollo del grupo y se deberían incentivar relaciones saludables entre los miembros.

(3). Los grupos deberían tener conocimiento de que hay otros grupos exactamente como ellos. Ellos deberán ser capaces de ver en donde ellos pueden encajar en la estructura nacional de ISKCON. Ellos deben tener conocimiento de sus derechos y privilegios como también de sus
responsabilidades hacia el movimiento de Iskcon.

(4). Los grupos deberían ser informados de los recursos y facilidades abiertas para ellos y con quien se deben contactar para las mismas.

Compartir

(1). Los devotos involucrados en el Desarrollo de la Congregación deberían ver como su deber el entrenar y mantener a sus miembros en actividades de predica. Distribución de libros, harinama, festivales, eventos, y distribución de prasadam son todas oportunidades para que los nuevos miembros compartan su entusiasmo con otros.

(2). Panfletos Informativos de como vender libros y responder preguntas comunes pueden ser preparados. Folletos con información introductoria sobre reencarnación, mantra, meditación, karma, etc., pueden ser impresos en grandes cantidades para ser distribuidos por los miembros congregacionales.

(3). Trabajar para el desarrollo de un sistema con el BBT local o con el templo para que los grupos tengan acceso a la distribución de libros y organizar los fondos que sean obtenidos de una manera apropiada. Todas las actividades realizadas pueden ser registradas y comunicadas a los devotos nacionalmente para que así haya conocimiento del Desarrollo de la Congregación en el yatra.


Siguiendo estas sugerencias seremos capaces de acercarnos mas en cumplir la profecía del Señor Caitanya: “Mi nombre será escuchado en todo pueblo y aldea”.

Kripamoya Dasa Discípulo de Srila Prabhupada, predica en Inglaterra y supervisa la predica congregacional en el Bhaktivedanta Manor. Actualmente enseña Desarrollo Congregacional en el Bhaktivedanta College en Bélgica.

Traducción de Acintya dasa

Libre para Predicar - Capitulo Cuatro - Haciendo Alcances


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Una vez Jayapataka Maharaja, quien sirve como Ministro del Desarrollo de Congregación de ISKCON, nos pasó una videocinta mostrando una charla hecha por un pastor Cristiano en Corea. Este pastor estaba totalmente entregado a la prédica de células. Hablaba sobre los milagros que esto hacia tanto en cantidad como en calidad de su congregación Cristiana.
El pastor decía que habían dos tipos de Iglesias: la Iglesia Célula, quien se dedicaba netamente en el crecimiento y el compromiso de la congregación (toda actividad en pequeños grupos), y la Iglesia Basada en Programas, que podría dirigir células, pero solo dentro de muchas otras actividades y proyectos (centrados en la construcción de la iglesia).


La Iglesia que promovía puramente las células fueron testigos de un auge sin precedentes en su calidad de socio y patrocinio, mientras que la otra Iglesia encontró su calidad de socio en reducción. El resultado de Iglesia Célula era asombroso. Aun en una ciudad moderna como Seúl los miembros se estaban multiplicando por miles. Estaban esparciendo tanta fe en Dios en una era de escepticismo y hedonismo.
Pero cualquier cambio trae resistencia de aquellos acostumbrados al status quo, y a pesar de todas las evidencias la antigua guardia Cristiana estaba en contra de cambiar su estrategia. No veían la necesidad de adaptarse con los tiempos para permanecer relevantes: no habían realizado que se estaban volviendo obsoletos.
El entusiasmo y la dedicación del orador eran contagiosos. No era un fanático plebe haciendo el llamado del despertar, sino más bien un ser humano, un misionero compasivo con un sentido de humor agradable. El hablaba sobre los sermones regulares y de cómo estos no penetraban profundamente en las vidas de la gente. Normalmente la persona real se esconde detrás de la Biblia, por así decirlo. Pero en un grupo de célula, en donde las personas interactúan tan cercanamente, ya no se puede esconder detrás de la Biblia. Simplemente no se puede hablar sobre la escritura y dejarlo permanecer a un nivel teorético.
La fe que el pastor tenia por Dios tocó nuestros corazones; su espíritu de prédica y visión nos inspiró. ¡Si tan solo pudiéramos expandir la conciencia de Krishna de esta manera!
Teníamos un grupo numeroso de devotos Bengalíes quienes tenían que ser entrenados en el modelo del Bhakti-vriksha. Al comienzo nos topamos con alguna oposición, dado que les parecía que el método estructurado para aprender la conciencia de Krishna se asemejaba a la de una enseñanza de sala de clase. Preferían una sesión muy larga de kirtana, una lectura que no se dirigiese o sondeara a alguien directamente, y, por supuesto, prasadam suntuoso. Pero una vez que los mayores entre ellos fueran entrenados en el método de Bhakti-vriksha y comenzaran a implementarlo, pudieron realmente apreciar el tremendo bien que les estaba causando. Valorizaron la disciplina que se le estaba incorporando, haciéndoles sentir mas serios y comprometidos. Sus ideas sentimentales se reemplazaron por consideraciones serias de conciencia de Krishna basados en el conocimiento del sonido.
El sistema de Bhakti-vriksha está diseñado para ayudar a la gente volverse devotos mas sinceros y predicadores, y para asistirlos en la construcción de una fuerte amistad espiritual. Las reuniones semanales comienzan con el sat-sanga, o con la sesión de rompe-hielos, en donde se les pide a los miembros compartir sus puntos de vistas en algunos temas livianos relacionados a ellos. El primer día se podría hacer una introducción de cada uno, de lo contrario el rompe-hielo podría consistir de preguntas tales como:
“¿Qué haría usted si recibiera 10 millones de dólares hoy día?”
“¿Qué haría usted si supiese que viene en camino un terrible terremoto?”
Esto permite que los miembros compartan momentos livianos el uno con el otro, hace revelar algo de la personalidad de cada quien y hace que cada uno se sienta cómodo para abrirse mas y participar en el resto de la reunión. En la medida que la apariencia externa se vuelve cada ves más espiritual, las preguntas del rompe-hielo se vuelven más espirituales:
“Comparta algo que le sucedió la semana pasada por la cual se siente muy agradecido a Krishna.”
“Háblanos sobre el devoto que lo introdujo a la conciencia de Krishna.”
Después de algunas semanas, cuando los devotos se sentían mas en confianza, los animamos además a que leyeran los libros de Srila Prabhupada durante la semana, y como rompe-hielo les pedíamos que compartieran un punto sobre el cual había causado un impacto en ellos. Inicialmente en algunas ocasiones el líder de grupo era el único que hablaba, pero gradualmente la gente comenzó a hablar más y más, en medida que iban descubriendo el gozo de compartir con otros y de ser reconocidos por el grupo. Continuamos con otros tipos de rompe-hielos para aquellos miembros que aun no se sentían en confianza a compartir sus estudios de las escrituras.
Después de esto solíamos hacer un kirtana por 10 a 15 minutos, mientras que los devotos fueron animados a ofrecer inciensos a las Deidades de Gaura-Nitai y Jagannatha, Subhadra y Baladeva, o a cuadros con Deidades. Esta parte era un evento muy popular del programa, especialmente con niños.
Una sesión de japa seguiría, con todos los miembros cantando una ronda del maha-mantra Hare Krishna. Antes de cantar las rondas leíamos un párrafo del libro Sri Namamrita, una compilación de las citas de Srila Prabhupada sobre el canto del Santo Nombre.
A continuación la charla, la cual llamamos sesión de edificación espiritual, animando a los devotos de hablar sobre pasajes de algún libro de Srila Prabhupada, tal como La Ciencia de la Autorrealización o el Bhagavad-gita Tal Como Es. La charla usa preguntas que facilitan la participación y comprensión apropiada. Si el grupo es más numeroso que ocho lo dividimos en grupos pequeños para asegurar mejor envolvimiento. Por ejemplo, las mujeres hindúes puede que se sientan avergonzadas al hablar abiertamente frente a los varones y por tanto formamos sub-grupos únicamente para ellas. En grupos pequeños todos se sienten más en confianza para abrirse y hablar. Al fin todos los grupos pequeños se juntarían nuevamente para compartir sus conocimientos.
El líder de grupo también da su aporte para que los demás miembros puedan enriquecerse por su conocimiento. Pero él es más que nada un facilitador, su función principal es de hacer que todos participen. De esta manera él no necesariamente tiene que ser un experto al dar clases, aun así ciertamente tiene que saber suficiente filosofía para poder responder a las preguntas básicas. Si él no sabe algo, siempre se puede referir a sus mayores o investigar en los libros y contestar a la pregunta la semana que sigue. La gente aprecia que él tenga un respaldo siendo apoyado por los devotos mayores. Él no necesita proyectarse a si mismo como el omnisciente.
Hemos visto que al facilitar tales charlas genera auto-confianza en los lideres de grupo y avance espiritual, progresan hasta tal punto de poder dar clases formales si se necesita, lo cual sucede especialmente mientras van tomando mas responsabilidades en la jerarquía de la organización del Bhakti-vriksha.
Después de la charla se hace la sesión de prédica, cual meta es de infundir el humor de prédica, para entusiasmar a los devotos a que actúen compasivamente para con la humanidad sufriente. Después de leer una cita del libro Predicar Es la Esencia, una compilación de citas de Srila Prabhupada sobre la prédica, el líder de grupo comparte sus experiencias de la prédica de la semana anterior. De esta manera otros devotos son animados y asignados con pequeñas tareas, como por ejemplo contactar gente nueva, invitándolos al programa, visitando nuevos contactos y hacerse amigos de ellos o haciendo llamadas telefónicas a futuros miembros.
Tales asignaciones genera mucho entusiasmo para predicar y cultiva en cada quien el humor de la prédica, desde el mismo comienzo.
Finalmente, se sirve el prasadam. Normalmente, después de algunas pocas reuniones, los miembros mismos se ofrecen a servir y ayudar a limpiar, ya que se dan cuenta que su anfitrión se compromete con un montón de trabajo.
De una u otra manera todos los lideres del Yatra toman gran orgullo al servir buen prasadam, aun si no está muy bien elaborada. Como sabemos por experiencia, el prasadam es una de las atracciones cúspides para los participantes, por lo menos en la primera etapa. Debido a que muchos de nuestros programas se hacen por la tarde después de un ardo día de trabajo, también la gente debería ser escatimadas de la tarea de cocinar en casa, si es que queremos que ellos atiendan a nuestros programas sin sentir demasiado estrés. De esta manera muy pronto los miembros empiezan voluntariamente a ayudar en cocinar y llevar prasadam, para que se reduzca la carga del líder de grupo.
También los líderes de grupos que son solteros se sienten entusiasmados a cocinarles personalmente para sus miembros; sienten gran placer por hacerlo. Tenemos devotos de habla-Bengali que hacen trabajos simples y que son muy pobres, pero aun así ellos comparten generosamente su ingreso miserable. Sienten que esta contribución regular para Krishna es parte de su servicio devociónal.
Después de un tiempo el líder de grupo es capaz de identificar a un interno o a un asistente, un líder-aprendiz a ser entrenado a convertirse en líder de grupo el mismo, lo cual podría tomar uno, dos o varios meses. El líder de grupo gradualmente le va asignando mas responsabilidades al aprendiz, mientras que le va explicando algunas de las situaciones intrínsecas del programa y varios aspectos de la alquimia interpersonal.
Cuando la calidad de miembros se convierten en quince y el líder-aprendiz está bien entrenado, entonces el grupo de Bhakti-vriksha se dividen en dos – a ese momento se le llama la multiplicación. El aprendiz comienza a hacerse cargo del grupo nuevo y el líder de grupo existente sigue liderando a los miembros restantes.
Para ayudar a los miembros a avanzar paso a paso, tenemos los diferentes niveles del Programa Siksa, etapas graduales en incremento de compromiso para el estilo de vida en conciencia de Krishna llevándolos a una calificación de iniciación. Esto lo explicare detalladamente en el siguiente capitulo.
En otros formatos de prédica de Nama-hatta el enfoque está casi siempre sobre el predicador principal, y los demás se convierten en espectadores más que participantes, por así decirlo. Esto los hace más pasivo, lo cual no los ayuda para el avance rápido. No se sentirán “forzados” a pensar y reflexionar sobre lo que han aprendido, y de esa manera olvidaran todo fácilmente. Generalmente hay una falta de planificación para asegurarse sobre el desarrollo sistemático del devoto. Todo se deja a la iniciativa individual.
Además, en la ausencia de un sistema cercano de supervisión y monitoreo, todo grupo de Nama-hatta es sólo tan bueno como su líder; es difícil de asegurar un estándar uniforme para con todos los Nama-hattas. Por otro lado, en un buen-manejo de Programa Bhakti-vriksha la estructura asegura un mínimo de buenos estándares a largo plazo.
Generalmente en otras formas de prédica congregacional hay una falta de autorización de miembros de congregación, una falta de esfuerzo consistente para entusiasmarlos a que se conviertan en líderes y predicadores. El sistema de Bhakti-vriksha esta diseñado para entrenar a cada miembro a que se convierta en un predicador activo.
En vez de liderar al estilo arrogante y autoritario, el Programa de Bhakti-vriksha – cuando se aplica apropiadamente – es en cambio controlado por amor y confianza. Es por eso que se expande con tanta velocidad, penetrando los diferentes estratos sociales.
Un aspecto importante del Programa Bhakti-vriksha es que cada muchedumbre de grupos deberían ser supervisados por el sector-sirviente, o Upachakra-pati, quien vela por tres a cinco grupos.
Para asegurarnos de un estándar de sadhana estricto para con todos los lideres del Yatra teníamos ista-gosthis semanales en donde se trataban los problemas de su sadhana de manera raído, con sugerencias y animo dado por mi esposo y por mi. Aquellos con buen sadhana relataban las experiencias de beneficios que habían tenido, el cual reesforzaba la determinación de cada quien.
Los devotos que tenían un buen sadhana y quienes sentían el gusto de sus beneficios, compartían sus realizaciones en cuan excelente se sentían sus conciencias, cuan eficiente eran en sus trabajos y en su prédica, y cómo podían mantener maya a raya. Esto animó a que los demás se volvieran más serios.
En el sistema de Bhakti-vriksha el humor de servir desinteresadamente es la calificación para asumir más responsabilidades. No hay que ni pensar en tener un humor controlador al ejecutar su servicio. Simplemente el temor no puede motivar a la gente a convertirse en mensajeros efectivos del amor. Los devotos pueden permanecer entusiastas de esparcir el mensaje amoroso del Señor Caitanya Mahaprabhu sólo debido a su compromiso amoroso para con el Señor y Sus devotos.
Además de las actividades regulares de Bhakti-vriksha, estábamos llevando a cabo ocho programas para niños. Estos programas semanales estaban estructurados y serios en contenido. Entrenamos a los niños a cantar canciones de arati, kirtans y slokas del Bhagavad-gita. Aprendían historias del Bhagavatam y pasatiempos del Señor Caitanya. Estudiaban la filosofía del Bhagavad-gita a través de preguntas especialmente diseñados para ellos. También los entrenábamos en presentar dramas y bailes. Muchos de los niños participaban además de nuestros programas regulares de fines de semana.
Cabe mencionar que todos los esfuerzos hechos por los hombres fueron habilosamente apoyados y asistidos por sus esposas, quienes jugaban un rol mayor en el cuidado por los miembros de sus grupos. Las damas además estaban dirigiendo los programas de auto-suficiencia para niños. De todos modos, Jayapataka Maharaja estaba ansioso por que las Matajis se volvieran líderes de Bhakti-vrikshas con su propio derecho.
Pero esto no era una excusa para dejar el vasto potencial de prédica sin explotar. Por ende para motivar y entrenar a todas nuestras damas devotas en brote, decidí de ir personalmente y echar andar programas en diferentes localizaciones de la ciudad. Por los arreglos de Krishna, encontramos a un amistoso taxista anciano quien estaba dispuesto a comprometerse a cualquier hora del día y quien podía ser contactado por teléfono a su casa.
No perdí ningún sólo momento y le pedí que me llevase a diferente lugares de la ciudad, en donde las devotas solían reunir a sus vecinos a atender los programas. Ciertamente todo esto sembraba ser revolucionario en ese momento.
Fuimos los pioneros en cuanto al concepto Haciendo Alcances de Bhakti-vriksha, un programa intermedio que tuvimos durante un mes o dos, antes que los miembros se volviesen más cómodos con el formato de reunión completo del Bhakti-vriksha.
Inicialmente, lo que nos motivó fue nuestra observación de que otros grupos religiosos se volvían populares por el hecho de cantar bhajans y kirtans y recitando algunos slokas glorificando a los semidioses. Por lo tanto comenzamos a invitar a gente completamente extraña, pero Hindúes y de origen Indio, a un programa de bhajan y Bhagavad-gita sloka.
La gente respondió bien a esta invitación. La mayoría era piadosa, quienes estaban buscando algún compromiso religioso, y el Bhagavad-gita es una escritura respetada por todos los Hindúes. Uno podría pensar que al vivir en un ambiente cultural distinto induce a que vengan, debido a la nostalgia que sienten por su país; ciertamente esa no es la única razón. Mencionamos esto dado que nuestros predicadores, durante su visita de regreso en India, reciben el mismo tipo de aceptación de sus vecinos y otras amistades casuales. Lo mismo ocurre en países tales como Canadá y EE.UU.
Comenzaríamos con un kirtan de diez minutos continuado por cantos del Cancionero Vaisnava. Después de explicar el significado de las canciones, leíamos del libro Gita Mahatmya, del Padma Purana. El Señor Shiva le explica a Parvati Devi las glorias y los beneficios de cada capitulo del Bhagavad-gita a través de varias historias dramáticas. Esto era muy popular e hizo que nuestra audiencia se volviese más receptiva al Bhagavad-gita. De ahí les enseñábamos slokas del Bhagavad-gita y la traducción seguida por una breve explicación. Al final, cantaríamos una ronda de japa, después de haberlos iluminado sobre la importancia del maha-mantra.
Este programa fue bien recibido donde fuese que se hiciese. Con entusiasmo las mujeres no hallaban la hora que viniese el próximo programa de la semana siguiente para traer participantes nuevos. Después de un mes o dos, los devotos mayores que me acompañaban se sentían suficientemente seguros para ellos mismos dirigir el programa. Los nuevos participantes en este Haciendo Alcances de Bhakti-vriksha gradualmente se volvían regulares y de esa manera pudimos hacer el cambio para el formato regular del Bhakti-vriksha.
En febrero de 1998 teníamos un total de sesenta grupos de Bhakti-vrikshas regulares, ocho programas para niños y ocho Haciendo Alcances de Bhakti-vriksha para mujeres.

de www.mundonamahatta.org

Libre para Predicar - Capitulo Tres - Amor y confianza en accion


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Jayapataka Maharaja nos visitó en abril de 1996 y tuvimos una maravillosa celebración de smriti Vyasa-Puja. Lo mas resaltante de la celebración fue un obra de teatro basada en la historia de una pareja de devotos grihastas que estaba dispuesta a sacrificarlo todo, incluso la castidad de la esposa, por la causa de servicio a su guru, Sri Ramanujacarya. Por supuesto, al final de la obra, el mercader que quería seducir a la esposa se rinde a su guru y no sucede nada inapropiado. La obra finalizó de una manera muy devocional y Maharaja estuvo muy conmovido por nuestro pequeño esfuerzo en glorificar el guru-tatta. El juntó las palmas de sus manos hacia Sri Ramanujacarya y secó sus ojos viendo la extensión del sacrificio que los discípulos estaban dispuestos a realizar por su guru. Estábamos felices de haberle complacido.

Más tarde ese día, Maharaja nos mostró un libro sobre las células de Iglesias Cristianas. A través de reuniones regulares semanales y un plan sistemático para el crecimiento, habían tenido éxito en la rápida expansión del número de sus miembros. Al principio, esto me pareció un poco vago. Estábamos tan cómodos con nuestro estilo de prédica. La mente encontraba excusas para evitarlo. “O, puede que funcione para los cristianos ya que ellos no tienen tantas reglas y regulaciones o mucha filosofía que predicar, etc.”. Pero estaba interesada y mantuve una mente abierta al breve resumen de Maharaja.

El describió que tal como las células de un cuerpo crecen por constantes divisiones, las células de prédica crecían hasta alcanzar quince miembros. Luego se dividen en dos y comienzan a crecer nuevamente. Entre las ventajas de los grupos pequeños se hallaban la cercanía en las relaciones y una mejor supervisión de la comprensión espiritual de los miembros.

No podía imaginar que hiciéramos algo así, ya que asumíamos que el tener grandes reuniones eran indicadores de nuestro éxito en la prédica. En aquel momento teníamos bastante éxito, por lo menos eso era lo que yo pensaba. Todas estas ideas auto-complacientes fueron rápidamente destruidas.

Mientras manejábamos hacia el aeropuerto, Jayapataka Maharaja se dio vuelta mirando a mi esposo y preguntó cómo podíamos incrementar nuestra prédica y hacer mas devotos. El también era nuestro GBC y siempre nos estaba alentando para mejorar nuestro servicio para el Yatra. Predicando de puerta-en-puerta – vendiendo Bhagavad-gitas como lo habíamos hecho durante la maratón de distribución de libros – resultaba ser muy riesgoso dado que la gente local podía oponerse a nuestra prédica agresiva de una religión diferente.

“¿Qué acerca de las células de prédica?” Dije osadamente.

Maharaja miró a mi esposo, quien dijo, “Si Guru Maharaja, lo haremos.”

Maharaja se veía complacido. Era gratificante ver a nuestro Guru Maharaja feliz, pero teníamos que volver e idear cómo poner todo en marcha. Para nosotros, todo esto estaba meramente a un nivel conceptual, ¡pero ya nos habíamos comprometido a implementarlo!

Mi esposo estaba sumamente serio en su compromiso; no perdió tiempo y expuso el tema a los demás devotos. Tres devotos entusiastas se ofrecieron como voluntarios para este experimento de prédica de células. Uno de ellos era un soltero de nombre Bhakta Hemanth, un ingeniero, ahora iniciado como Hemanga Caitanya Dasa. El estaba ansioso en tratar de establecer un programa para algunos trabajadores y del equipo técnico de su compañía. Le bosquejamos un programa simple y estructurado para que él pudiese dirigirlo: kirtan, charlas del Bhagavad-gita, japa y prasadam, pero además mucha interacción con los miembros.

Incluso esta forma rudimentaria, la cual se conocería más tarde como grupos de Bhakti-vriksha, parecía funcionar milagrosamente. Toda la gente involucrada parecía florecer bajo el nuevo cuidado y atención y se volvían miembros regulares. Se comprometían en el canto del santo nombre y se volvían entusiastas en hacer servicios tales como lavar ollas limpiar la parafernalia del arati, cortar verduras, limpiar, etc. A pesar de no ser adinerados comenzaron a contribuir todos los meses para el prasadam.

Fue asombroso ver a Bhakta Hemanth ejecutar este milagro autorizado, dado que era uno de los devotos más jóvenes. Mientras nos daba su informe semanal solía admitir que sentía que él no estaba haciendo nada por si sólo, sino que guru y Gauranga lo estaban guiando.

Muy pronto una familia muy dedicada formada por Bhaktajana Priya Prabhu, su esposa Manorakshi Mataji y su hija adolescente Kala Sudha Devi Dasi se ofrecieron a empezar una célula de grihastas semanalmente. Hicimos los arreglos para que asistieran todos los nuevos miembros de la congregación que no estaban muy comprometidos.

Los miembros se deleitaban con la abundancia de la atención personal y el calor que recibían, algo que no era posible en las reuniones más grandes. También participaban en las charlas filosóficas. Aquellos que les gustaba polemizar, eventualmente fueron conquistados por los incansables esfuerzos amorosos de la familia para atraerlos a la conciencia de Krishna. Bhaktajana Priya y su familia solían visitar a los miembros de las células en sus casas. Solían darles consejos sobre sus problemas personales, llevarlos en coche si necesitaban transporte, etc. Su prasadam era suntuoso. Kala Sudha inspiró a los adolescentes a comprometerse más. Estábamos asombrados de ver los cambios en los miembros de su grupo. Aquellos que previamente habíamos considerado no ser tan serios, que demoraban en avanzar, mostraban ahora tremendo progreso, entusiasmo y dedicación. Comenzamos a ver cuán apto era el término “Grupos de Amor y Confianza”, el nombre que nuestro Guru Maharaja le había asignado a las células.

Este nombre inicial se convirtió en el sánscrito Bhakti-vriksha, el árbol del bhakti. El nombre Bhakti-vriksha fue escogido en vez de la palabra “célula” porque la analogía de la célula simplemente habla sobre división, pero la analogía de la ramificación incluye el mantener la conexión con la raíz. Otra razón es que el nombre “célula” ya está usado por otras organizaciones, mientras que la analogía del árbol del amor por el Supremo viene de nuestras escrituras. Encontramos el término Bhakti-vriksha en el Sri Caitanya-caritamrita, en donde Srila Krishnadasa Kaviraja Gosvami dice:

“Tomo refugio en la Suprema Personalidad de Dios Sri Caitanya Mahaprabhu, quien El mismo es el árbol de amor trascendental por Krishna, Su jardinero y también Su distribuidor y probador de Sus frutos… Así, el Señor trajo el árbol de los deseos del servicio devociónal a este planeta, convirtiéndose en Su jardinero. Él sembró la semilla y la regó con el agua de Su voluntad.”(Sri Caitanya-caritamrita, Adi-lila, 9.6 y 9.)

El Señor Caitanya y Su movimiento son comparados al árbol de la devoción, el Bhakti-vriksha. Srila Prabhupada escribe en el resumen del Adi-lila, Capitulo Nueve:

“Está descrito figurativamente que tanto el árbol mismo y el tronco del árbol son Sri Caitanya Mahaprabhu… El árbol rodea al mundo entero y las flores del árbol deberán de ser distribuidas a todos. De este modo el árbol del Señor Caitanya Mahaprabhu intoxica al mundo entero.”

Srila Prabhupada también dice:

“Nuestra Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna es una de las ramas del árbol de Sri Caitanya.”

(Sri Caitanya-caritamrita, Adi-lila, 9.18, significado)

Cada grupo pequeño de las congregaciones de ISKCON es por lo tanto una rama de la rama, que se origina del árbol del bhakti del Señor Caitanya. El Bhakti-vriksha es un tipo de grupo de Nama-hatta orientado hacia la ramificación. En un árbol, la rama de un cierto grosor se bifurca y ésta ramificación continúa hasta que el árbol tenga miles y miles de ramas, todas conectadas al árbol. De modo similar, el grupo Bhakti-vriksha puede crecer y expandirse en miles de grupos. El Señor Caitanya es el tronco del árbol y hasta una sola rama del árbol de Sri Caitanya puede crecer y formar miles de sub-ramas, pequeñas ramitas, hojas, etc. Formamos parte del ‘árbol’ Caitanya. Esta es la rama de ISKCON y Srila Prabhupada es nuestra conexión.

Muy pronto otros devotos se sintieron persuadidos a comenzar sus propios grupos de Bhakti-vriksha. Pero primero mi esposo, Vijaya Venugopal Prabhu, dirigió un seminario sobre la auto purificación. Esto era para establecer un humor y una disposición apropiada de prédica. Los problemas serían inevitables sin una comprensión adecuada de la filosofía. La actitud correcta del líder de grupo fue aclarada, ya que el tomar una posición de liderazgo en la jerarquía del Yatra podía crear orgullo y causar desacuerdos, lo cual destruiría todo.

El seminario trató sobre las cualidades de liderazgo, enfatizando que uno debería cultivar conscientemente la actitud servicial y que los líderes deberían abandonar la propensión hacia el disfrute, la cual es tan dañina para el servicio devociónal. Ellos deberían desempeñar el papel de modelos ejemplares para los nuevos miembros de sus grupos. El humor servicial es esencial; por lo tanto el término oficial del líder de grupo es líder-sirviente del grupo de Bhakti-vriksha. Fue alentador ver el entusiasmo y el cambio de paradigma que generó ésta presentación.

Anteriormente, a pesar de mantener un sadhana estricto, dirigir muchos programas, dar asociación cercana y supervisar a los devotos, era difícil motivar a los devotos a tomar nuevas iniciativas y responsabilidades, sin embargo siempre colaboraban cuando se les solicitaba hacer servicio. Aunque Vijaya Venugopal Prabhu siempre seguía delegando responsabilidades para capacitar a todos, se carecía el sentimiento de ‘propiedad’. Aquellos con cualidades de liderazgo sobresalían mientras que los demás seguían como arrastrándose. No podíamos disminuir su apego material latente o refrenar sus mentes de divagar hacia el prajalpa, hablar de temas mundanos.

Entre los seis nuevos lideres de grupo estaban Vighnanasana Govinda, el mayor entre los devotos, quien trabajaba en una división de ventas en una exitosa compañía de mercadeo de automóviles y Mukunda Murari, un devoto dedicado, entrenado por Vighnanasana Govinda y su colega en el trabajo. Los otros eran Sarvalokesvara Krishna, Bhakta Venkatesh, Sukirti Krishna y Bhaktajana Priya, quienes dirigían un grupo de habla Bengalí.

Todos los fines de semana teníamos un Bhakti-vriksha para los “Lideres de Grupo” en donde cada líder daba un informe sobre su experiencia durante la semana. Luego planificábamos nuestras estrategias, basándonos en sus necesidades, considerando fuerzas y debilidades. Queríamos mantener una buena calidad de prédica en todos los grupos. Mukunda Murari Das dio la sugerencia de usar citas de La Ciencia de la Autorrealización para los principiantes. Cuando se habían completado treinta y seis sesiones de La Ciencia de la Autorrealización, comencé a escribir preguntas para cubrir el Bhagavad-gita.

Las preguntas fueron planificadas siguiendo el formato estándar de las tres fases de la charla: Descubrimiento, Comprensión y Aplicación. Estos tres pasos son partes naturales en una charla bien estructurada. Ayudan a clarificar los temas, a comprenderlos mejor y a hacerlos más relevantes.

Para el Descubrimiento, después que el grupo lee el verso y el significado (o un extracto de un libro), el devoto que está dirigiendo la charla hace preguntas básicas para identificar el tema principal y marcar los puntos más importantes: “¿Cuáles son las ideas principales?” “¿Qué fue lo mas interesante de lo que acabamos de leer?” “¿Acaso alguien encontró conocimiento nuevo?” Estas preguntas son fáciles de contestar ya que la respuesta se encuentra directamente en lo leído. Además, esta fase establece límites: -esto es lo que conversamos hoy-.

La fase llamada Comprensión ayuda a entender más clara y profundamente el tema. Los facilitadores preguntan, por ejemplo: “¿Hay algo que no está claro sobre lo que acabamos de leer?” También es una buena oportunidad para clarificar definiciones, explicar palabras en sánscrito y sacar temas sobre pasajes relacionados y analogías.

La meta de la fase llamada Aplicación es hacer relevantes los temas para los devotos. El facilitador hace preguntas tales como: “¿Qué significado tiene este conocimiento para nosotros?” “¿Cómo aplicar esto en la vida cotidiana?” “¿Hay alguna experiencia personal en esta área?” Éstas y otras preguntas similares ayudan al devoto a entender cómo aplicar el conocimiento de las escrituras para así poder moldear su vida tanto interna como externamente.

Esta manera de analizar la filosofía produce intercambios vívidos y las escrituras se vuelven más significativas para los participantes.

Dado que el Manual de Bhakti-vriksha aun no se había publicado, tuvimos que improvisar basándonos en los principios más importantes que nuestro Guru Maharaja había presentado.

Jayapataka Maharaja había dirigido un seminario en donde demostraba las dinámicas de facilitar una charla. Esta presentación sobre las habilidades necesarias para hacer que cada uno participase en la charla realmente nos abrió los ojos. Fue un cambio revolucionario del patrón normal de presentar una clase de manera ‘uni-direccional’ en la cual uno no era consciente del punto de vista de la audiencia, de su entendimiento o de sus dudas, ya que aun no todos sentían confianza para hacer preguntas. En una clase estándar, muchas veces debido al significativo número de la audiencia, faltaba el toque personal. Pudimos ver cuán reanimados se sentían todos los participantes cuando sus puntos de vista fueron considerados importantes y se sentían entusiasmados a hablar.

También comenzamos a planear el comenzar un Bhakti-vriksha para mujeres. Mataji Manorakshi se ofreció como voluntaria para empezar uno, pero muy pronto tuvo que abandonarlo debido a su mala salud. Por lo tanto, esto no comenzó inmediatamente.

El humor de la prédica se estaba asentando bien en todos los devotos. Aun así nos dimos cuenta que tendríamos que continuar con la estructura actual y el número de grupos por muchos meses más.

Nuestro viejo amigo Rasa Krida Parayana Dasa, quien ahora lideraba la congregación en un país vecino, nos contó cómo una pareja devota relativamente joven de su Yatra habían comenzado una buena prédica después de haberse mudado a otro país. Esto nos hizo pensar. Decidimos que nosotros también podíamos traer mucha “sangre nueva” a los Programas de Bhakti-vriksha, darles entrenamiento básico para asegurarnos de un estándar mínimo y después dejarlos crecer mientras iban aprendiendo de las experiencias, guiados por los devotos mayores.

Recordábamos cómo Srila Prabhupada mencionó que él primero hacía a que los devotos ocuparan sus posiciones y después los entrenaba, en cambio en el mundo material no es así, por ejemplo, un juez del tribunal tiene que estudiar rigurosamente y después de muchos años de experiencia es promovido a la corte suprema.

Por lo tanto decidimos dispersar los Bhakti-vrikshas y de la noche a la mañana los grupos se multiplicaron de ocho a veinticuatro.

Mucho crecimiento interno y personal tenía que acompañar el crecimiento externo de los grupos de Bhakti-vriksha. El cambio significó permitir y apoderar a devotos jóvenes en tomar responsabilidades a un nivel que anteriormente se pensó era imposible. También tuvimos que permitirles aprender de sus errores. Nuestro función se estaba convirtiendo más y más por naturaleza, en la de supervisar.

Teníamos que ser alentadores sin ser sobre-protectores. Debíamos de ser tolerantes y aun así estar alerta, manteniendo nuestras orejas y ojos abiertos a lo que estaba sucediendo y liderar apropiadamente. Tuvimos que armarnos de una tremenda paciencia. Tuvimos que tolerar el comportamiento errático de uno o dos lideres de Bhakti-vriksha que estaban mostrando signos de separatismo y sobre-confianza. Les dimos tiempo para que salieran de esa inmadurez errada al predicarles y guiarlos cuando fuera posible.

Había una pareja joven entusiasta y un devoto mayor que los estaba entrenando. Tenían un contacto cercano con este devoto y lo admiraban. De todos modos, después de que comenzaron a dirigir su propio grupo, sintieron que ellos estaban haciendo una mejor labor que muchos otros devotos. Esta manera orgullosa de pensar, por el éxito que tuvieron, hizo que comenzaran a criticar a otros, lo cual creó disgustos hiriendo los sentimientos de los devotos. Tuvimos que hacerles entender el valor de la humildad, pero con tacto, sin apagar su entusiasmo. Además tuvimos que asegurarnos que aceptarían correcciones para la implementación del Bhakti-vriksha. Hicimos los arreglos para que sus grupos recibieran regularmente devotos mayores quienes, en privado, les sugerirían cómo podían mejorar su presentación. Nos aseguramos también que la pareja regularmente diera informes sobre su progreso a su supervisor.

Había un personaje rebelde -con un buen sadhana y también muy inteligente- que quería mantener su independencia. No asistía a ninguna reunión de líderes, no solía dar ningún informe a sus supervisores y no pedía permiso para comenzar nuevos proyectos. Una vez, durante un feriado, habíamos organizado un programa para todos, y este devoto había organizado silenciosamente su propio programa y también estaba invitando a los demás devotos.

Normalmente los devotos solían consultar con nosotros si querían organizar una reunión grande, para que su programa no coincidiera con otro plan existente. No había ninguna coerción por parte nuestra y casi todos los devotos sentían espontáneamente ese tipo de lealtad hacia la autoridad y compromiso hacia la armonía de grupo. Las excepciones siempre fueron permitidas cuando fuesen necesarias.

Por lo tanto, cuando los devotos nos contaron sobre el otro programa y preguntaron a cuál debían asistir, les explicamos la etiqueta correcta a seguir. Le pedimos al devoto que hiciese su programa otro día para que más devotos pudiesen atender y de esa manera no vernos privados de su asociación en nuestro programa. Pero él de todos modos siguió adelante con su plan. No reaccionamos contra su comportamiento y continuamos mostrándole mucha tolerancia y amor. Más tarde comprendió su error cuando se lo explicamos, y desde entonces, ha mejorado su carácter notablemente.

Había uno o dos devotos que normalmente eran muy sensibles. Con mucha facilidad se sentían heridos, descuidados o ignorados. Solíamos hablar con ellos tratando de analizar juntos la situación, tratando de ayudarlos para hacerles ver cuando se trataba de un simple malentendido. Nos mantuvimos abiertos para aceptar nuestros errores y listos para rectificarlos. Esta actitud creó un lazo de confianza y amor.

Después de todo, los devotos mencionados anteriormente también eran líderes y consecuentemente comenzaron a entender la importancia de la cooperación de los miembros con el líder. De las desavenencias manifestadas en sus propios grupos entendieron que ser un líder podía ser una tarea difícil e ingrata.
De cualquier manera, los mismos principios de amor y confianza que funcionaron maravillosamente a nivel micro en los grupos de Bhakti-vriksha también funcionaron exitosamente a nivel macro.

de www.mundonamahatta.org

Libre para predicar - Capitulo Dos - Misericordia para Predicar


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Aunque por un largo año, después de mudarnos al nuevo país musulmán, yo había estado deseando empezar algún programa espiritual en nuestra casa, no había sucedido nada. Pero después de regresar de nuestras vacaciones en la India, aun sintiendo la emoción de nuestra reciente iniciación, la prédica comenzó a despegar.

Un vecino se nos acercó: “Su casa es como un templo. Uds. deberían tener un programa en casa. Llamaré a todos mis amigos piadosos, y Uds. por favor arreglen algo”.

Alrededor de diez personas vinieron al primer programa. Tuvimos un buen kirtana, discutimos un poco acerca de ISKCON y distribuimos el prasadam que preparé: samosas, kachoris y dulces. También repartimos algunas revistas “De Vuelta Al Supremo”. Todos los invitados estaban felices, y casi todos aceptaron venir a nuestros programas públicos dos veces por semana. Nuestra prédica había comenzado.

El programa mantuvo el mismo formato durante cuatro o cinco meses. Gradualmente introducimos la clase del Bhagavad-Gita, conducida por mi marido. Los fines de semana teníamos un público de unas quince personas, pero durante los días laborales sólo teníamos tres invitados regulares. El día anterior al programa los llamaba por teléfono y les recordaba acerca del programa a cada uno de ellos. No quería tomar riesgos. Existía la tendencia a dar excusas si habían olvidado venir.

Uno de los asistentes regulares conservaba un número de la revista “De Vuelta Al Supremo” en su habitación. Una vez, un chico llamado Venkat, recientemente llegado de la India, lo visitó y vio la revista. Él se emocionó mucho, ya que ISKCON y el canto del Maha-Mantra le eran familiares, pero se sentía perdido en las nuevas circunstancias. Venkat fue nuestro primer devoto serio y él a la vez trajo a Gopal.

Ambos de unos veinte años, Venkat y Gopal tenían caras radiantes y eran de talla mediana, frescos y energéticos. Lucían dinámicos y talentosos. Ambos venían del estado sureño de India; Tamil Nadu. Trabajaban en la misma compañía y compartían la misma habitación que la compañía les ofrecía. Tenían ganas de guía espiritual.

Venkat tuvo su primer contacto con la Conciencia de Krishna en Tiruchi, su pueblo natal. Gopal, aunque viviendo cerca del templo ISKCON en Madrás, había evitado por alguna razón, visitarlo; pero había colaborado en el programa de Alimentos para la Vida que ISKCON organizaba regularmente en su Universidad.

Aterrizaron aquí justo después de su graduación. Se aseguraron un empleo en una gran firma bien establecida, dejando atrás a su familia en la India.

Estábamos entusiasmados por su interés en el servicio devocional. Contábamos con una vasta biblioteca de los libros de Srila Prabhupada y tratábamos de prestárselos a quien fuera que estuviera interesado en ellos. Venkat nos solicitó cassettes devocionales y libros.

Comencé a descuidar a nuestro grupo original de asistentes regulares al programa. Hacerlos leer algo o escuchar alguna cinta exigía de mucha persuasión y ruegos.

Entre tanto, nuestro vecino más inmediato, queriendo tener en su casa algún programa de carácter espiritual, comenzó la recitación de himnos védicos como el Rudra Chamakam y el Purusa-Suktam.

Se las arregló para involucrar a Gopal y a Venkat en su programa. Pero antes de ir allá, pasaron a visitarnos. Gopal deseaba intensamente aprender el sánscrito y estaba entusiasmado respecto al otro programa. Venkat tenía alguna experiencia en el canto del Maha-Mantra, pero no estaba al corriente y se sentía confundido.

Mi marido no estaba en casa pero yo tomé la oportunidad de salvar a los muchachos de ser desviados del proceso verdadero. A medida que les iba explicando la importancia y superioridad del Maha-Mantra, Venkat gradualmente se convenció y sintió que no hacía falta asistir al otro programa, pero todavía Gopal decidió hacer las dos cosas a la vez.

Venkat quería sumergirse en Conciencia de Krishna, así que lo invitamos a venir y pasar todo su tiempo libre con nosotros. Mi marido los iría a buscar a los dos para asistir a mangala-arotik, a las 4:15 a.m. Después del Srimad-Bhagavatam y de tomar desayuno, todos se irían hacia el trabajo. Por las tardes, Venkat y Gopal asistían al sandhya-arotik y a la clase del Bhagavad-Gita, la cual duraba un largo rato, dado a que mi marido respondería muy pacientemente todas sus dudas. Se iban después de cenar con nosotros. El fin de semana se la pasaban con nosotros todo el día. Eran parte de nuestra familia, como dos hijos mayores. Ellos nos consultaban acerca de cualquier asunto sin escondernos nada.

Gopal estaba cantando algunas rondas y todavía asistía a las clases de sánscrito del vecino. Entonces, el Señor Gauranga lo engañó para que se rindiera. Cayó enfermo y tuvo que descansar por una semana. En esa ocasión Venkat lo persuadió a que escuchara una cinta de Srila Prabhupada. Entonces Gopal nos pidió una pintura grande del Señor Visnu del BBT. Vijaya Venugopala Prabhu le dijo que el precio que tenía que pagar por ella eran dieciséis rondas de japa. ¡Esa misma noche Gopal comenzó a cantar dieciséis rondas!

En su lugar de trabajo tanto Venkat como Gopal se hicieron famosos como predicadores y se las arreglaron para traer algunos de sus colegas y superiores de la oficina a nuestros programas. Su sola misión fue la de predicar el mensaje de Srila Prabhupada y hacer devotos, y de esta manera no importaba dónde se encontraran. Todas las tardes nos relatarían sus experiencias de prédica, y discutiríamos juntos los desafíos de enfrentarse a mayavadis, ateos y otros.

Solo hablaban y escribían de acerca de la Conciencia de Krishna, incluso a sus familiares en casa. Por supuesto que al principio esto agitó la mente de sus parientes, pero en visitas sucesivas ellos lograron convencer a sus familiares de la alegría de la Conciencia de Krishna.

Otro aspirante serio era Alka, una chica también veinteañera, recién salida de la universidad. La trajo su madre, que era una visitante regular a nuestros programas. Alka, a pesar de ser de Kashmir, pasó varios años en el Sur de la India. Era gentil y de hablar suave, inteligente y atractiva. Ella trabajaba como programadora en una compañía que vendía computadoras y software.

Alka estaba tan ansiosa por la Conciencia de Krishna que me visitaría a diario y pasaría horas discutiendo el Srimad-Bhagavatam conmigo. Ella comenzó a cantar espontáneamente y estaba convencida respecto a la Conciencia de Krishna. Al principio sus familiares -tres generaciones de ellos- se oponían fuertemente a sus actividades devocionales, especialmente al ser vegetariana. No obstante ella persistió en su sadhana.

Un tal Sr. Seshadri también asistía regularmente a nuestros programas y estaba cantando algunas rondas. Una vez nos informó que como su esposa y sus hijos vendrían de la India muy pronto para reunirse con él, no podría venir tan frecuentemente como solía hacer. Así que fue una gran sorpresa cuando nos llamó por teléfono el mismo día que su familia llegó.

Él nos rogó que fuéramos a su casa inmediatamente. Su mujer cayó víctima de una gran depresión y que había estado durmiendo durante todo el largo día dejando a sus dos niños pequeños desatendidos. Ella decía que se iba a suicidar. Sólo pensar en sus hijos le impedía hacerlo. Ella había estado bajo prescripción médica por muchos años, pero el problema se había vuelto recurrente.

Era ya de noche, y nuestra discusión sobre la Bhagavad-Gita acababa de terminar. Yo estaba ocupada preparando la cena, así que fue mi marido el que trajo al Sr. y la Sra. Seshadri a nuestra casa.

Al momento de entrar, ella se me acercó diciendo: “¿Puede por favor prometerme que cuidará de mis hijos? ¡Así podré morir en paz!”. Me conmovió su sencillez, y lamenté su sufrimiento, pero yo tomé esta oportunidad como un reto para probar la eficacia del Maha-Mantra, así como Srila Prabhupada lo afirmaba.

Le aseguré que discutiríamos eso al día siguiente, y la calmé con palabras amables y prasadam, que aceptó con desgano. La acomode en nuestra propia cama, de manera que estuviera cómoda durante la noche. Nosotros dormimos en la habitación de huéspedes. Sus vivarachos hijos estaban felices de conocer a mis hijos que también son bastante activos y traviesos. Aliviado, el Sr. Seshadri se marchó.

Al día siguiente forcé a Jayashree a levantarse de la cama y a tomar una ducha. Después de un desayuno prasadam le dije que me ayudara a cortar algunos vegetales en la cocina. Le expliqué que esto era servicio a Krishna y que la animaría.

A medida que ella me revelaba su sufrimiento. Yo le explicaba cómo y por qué el servicio devocional al Señor la curaría. Tuve una sesión corta de sankirtana con ella y luego una de japa. Ella obedeció de forma asombrosa cuando le pedí que cantara. Durante tres o cuatro días estaba completamente ocupada con ella, esforzándome en explicarle la filosofía y ocuparla en alguna actividad conciente de Krishna, mientras lo único que ella quería era dormir.

El Sr. Seshadri vendría a almorzar y a cenar con nosotros. Se mantenía escéptico del resultado de tanto esfuerzo. Sólo estaba un poquito aliviado de no tener que enfrentar el problema solo. Años de medicación y de votos religiosos no había surtido el efecto deseado y eso lo dejó un tanto desanimado. Así que también teníamos que levantarle los ánimos, y glorificamos el proceso de la rendición a Krishna.

Jayashree comenzó a sentirse mucho más feliz, y dijo que ahora sentía que vivía, ¡pero que tan sólo lo haría en nuestra casa! Era una situación difícil de manejar, pero el Señor intervino. Su hijo pequeño se enfermó de varicela, así que su marido insistió en regresar a su casa. Le enseñé a él cómo arreglar un altar simple, cómo ofrecer bhoga, y hacer arotiks simples. Yo le dije a ella que escuchara constantemente los kirtanas y las clases grabadas en las cintas para así poder controlar su mente. Ella asintió sumisamente y se marchó.

Dentro de una semana de practicar estas formas básicas de adoración ella comenzó a cantar dieciséis rondas y recobró su normalidad mental. Se hizo una devota muy sincera, pero demasiado entusiasta para que su marido pudiera digerirlo. Todos sus amigos estaban sorprendidos de su transformación. No había señales de su depresión anterior y ella se veía muy feliz y contenta. Pero su marido, que todavía tenía apegos materiales, gradualmente la separó de nosotros.

Justo después de esto, Jayapataka Maharaja aceptó visitarnos. Estábamos que rebosantes de alegría, pero como no teníamos experiencia en cómo recibirlo y servirlo, también estábamos nerviosos. Afortunadamente, sólo dos días antes de la visita de Maharaja, el Presidente de Templo que nos había presentado a Maharaja llegó para colectar fondos, junto con un ayudante.

Organizamos un pequeño grupo de devotos todos vestidos con dhotis, tilaka y japa para recibir a nuestro Guru Maharaja. Sólo faltaba el kirtana: teníamos que ser moderados teniendo en cuenta el lugar y las circunstancias. Los devotos dieron sus reverencias tan pronto vieron a Jayapataka Maharaja salir de inmigración. Este tipo de recepción es inimaginable en lugares de tal intolerancia religiosa, pero durante esos primeros días de entusiasmo, despreocupados echamos la prudencia al viento.

De regreso a casa Venkat, junto con algunos pocos devotos, estaba arreglando elaboradas decoraciones florales. Viendo que Maharaja llegó, Venkat saltó de la alegría. Algunos de los nuevos estaban sorprendidos de nuestro entusiasmo. Alrededor de cincuenta personas estaban allí reunidas. Maharaja recalcó cómo el fuego de la Conciencia de Krishna podría encender gradualmente los corazones duros como la madera.

Tuvimos las iniciaciones justo adentro del apartamento. Jayapataka Maharaja cuidadosamente apagó el fuego él mismo de manera que los detectores de incendio no se detonaran causando una publicidad no deseada. Venkat se volvió Vighnanasana Govinda Dasa y Gopal se volvió Gopala Gouranga Dasa.

Gopala Gauranga quería mantenerse soltero, y a Govinda se le aconsejó no casarse todavía. Ambos se comprometieron a dar una décima parte de sus ingresos para el servicio del Yatra.

Alka estaba enfrentando algunas dificultades en casa debido a su excesiva participación en la Conciencia de Krishna. Maharaja pasó bastante tiempo asegurándola de la ayuda que Krishna da a sus devotos. En esa ocasión también estaban presentes recién llegados que más tarde se harían devotos comprometidos e incondicionales: Bhakta Sridhar, Bhakta Suresh, y Bhakta George.

George, que había venido recientemente desde Bangalore, se me acercó en el supermercado. Él era un vendedor en una compañía eléctrica y de suministros y estaba sorprendido de ver un devoto de ISKCON en estas latitudes. Él había estado visitando el templo de Bangalore y estaba muy interesado en los vestidos de las Deidades y en el prasadam. En relación a seguir las normas de ISKCON en este país, la presencia de George era una gran ventaja para nosotros. Él era muy amistoso y servicial; él ya conocía a Jayapataka Maharaja y le tenía mucho afecto.

Muchas mañanas y tardes, Gopala Gauranga, George y yo iríamos a comprar cosas para las Deidades. Todos los tres disfrutábamos mucho dichas compras. Ellos abandonarían sus oficinas a hurtadillas bajo cualquier excusa, y George, que tenía cierto sentido estético, seleccionaría materiales bellísimos para la confección de vestidos, cortinas y joyas. Ambos eran generosos en sus gastos para Krishna y les gustaba mucho discutir entre ellos cómo vestir a las Deidades.

La primera Deidad que adoramos fue un hermoso y sonriente Krishna negruzco, que estaba tocando Su flauta. Era de papel maché de dos pies de alto, un regalo de mis cuñados justo antes de iniciarnos.

Justo después de haber comenzado la adoración nuestros comenzaron los programas públicos y nuestro primer altar era una simple mesa. Sin embargo todos los devotos estaban muy atraídos a la forma de Krishna.

Entonces, en el día de Janmastami, un talentoso escultor nos regaló espontáneamente un bello altar tallado en imitación de mármol. En realidad estaba hecho con “thermocole”, pero lucía impresionante.

Al año siguiente las Deidades de Gaura-Nitai llegaron, como así también Jagannatha, Baladeva y Subhadra, de seis pulgadas de alto, que el Presidente del templo de Bangalore envió. Más tarde llegaría un Laddu Gopal de Sri Vrindavana Dhama.

Dos o tres años después un devoto carpintero de Bangladesh, Nitai Dasa, talló a Jagannatha, Baladeva y Subhadra de un pié de alto. Alrededor de la misma época un pintor piadoso y con talento, experimentado en pintar Deidades, comenzó a asistir a nuestros programas. Durante una semana entera el vendría directo desde su trabajo a nuestra casa y pintaría a Sus Señorías hasta la media noche. Finalmente los sonrientes y dulces Jagannatha, Baladeva y Subhadra se manifestaron.

Teníamos la esperanza que el pintor mantendría nuestra asociación y haría progresos en el servicio devocional, pero dejó de venir justo después de terminar de pintar a las Deidades.

Nuestro Guru Maharaja nos hizo una visita corta después de que las nuevas Deidades estaban listas. Rezaba para que le gustaran, y para nuestra satisfacción, él saludó a las Deidades con mucha alegría. Eso era suficiente para hacernos sentir como si las Deidades hubieran sido instaladas formalmente.

En ese momento él “empujaría” a los nuevos iniciados a predicar y hacer nuevos devotos, y ellos tomaron la tarea muy seriamente. Ellos establecieron un ashrama de brahmacaris en su casa y traerían nuevos invitados varones a nuestros programas para tomar prasadam y recibir nuestra asociación.

De esta manera, después de uno o dos años teníamos un equipo de diez u once devotos jóvenes, entusiastas y dinámicos viviendo en el mismo ashrama, cocinando y practicando servicio devocional juntos. Ellos eran Rajagopal, el hermano de Gopala Gauranga: el era flaco, de aspecto serio y reservado. Él escribió poemas concientes de Krishna y los leía siempre que Jayapataka Maharaja nos visitaba. Los fines de semana Rajagopal puliría la parafernalia de la Deidad. Luego se mudó a los Estados Unidos donde cuidó de algunos grupos de Nama-Hatta bajo la supervisión de Su Santidad Romapada Maharaja.

Srinivasan, el primo de Gopala Gouranga estaba en el equipo de los ‘gruesos’. Cocinero experto y alegre, era gracioso con los niños. Su fe firme en la Conciencia de Krishna fue demostrada cuando su padre cayó seriamente enfermo de un ataque al corazón. Srinivasan le hizo cantar muchas rondas diariamente, los últimos días antes de morir. Respecto a sus dificultades laborales también demostró ser un devoto rendido a la voluntad de la Providencia y siempre buscó nuestra guía para poder superar dichas dificultades. Continúa viviendo aquí con su esposa Iccha Bhakti Devi Dasi, que se volvió devota después de la boda y también está predicando seria y activamente.

También estaba Chandrasekhar, amigo de la familia de Gopal Gauranga. Alto, buen mozo e inteligente, tenía alrededor de veinticinco años y trabajaba como contador. Tan pronto como entró en el país lo trajeron directo a nuestra casa. Estábamos ocupados poniendo las cosas en orden después de la visita de Jayapataka Maharaja y Chandrasekhar comenzó a ayudar de inmediato. Después de años de valioso servicio en este Yatra y de casarse con Rasamayi Devi Dasi, una devota activa, se mudaron a Bangalore y él ahora está ayudando a establecer el modelo del Bhakti-Vriksha en el Sur de la India.

Otro devoto sincero era Rajeev Sharma del estado norteño de Punjab, (pero que estaba asombrosamente acostumbrado a la cocina y maneras del sur). Él todavía recuerda con cariño cómo lo ayudamos a superar distintos apegos materiales como dormir en demasía, el cricket, su anillo de Shirdi Sai Baba. Franco y directo, estaba lleno de buen humor y risas. Siempre ansioso por tener la asociación conciente de Krishna, finalmente se convirtió en un predicador experto y seguidor estricto de los principios de la vida espiritual. Cuando se mudó a vivir a un país vecino, se volvió el líder del Yatra local.

Aún hoy aquellos devotos que han crecido y madurado en su servicio devocional mantienen recuerdos entrañables de sus días de infancia espiritual. Varios grihasthas, como Rajeev, se han mudado a otros paises y han comenzado Yatras por su cuenta. El cambio de país se debió a su cambio de empleo. Todo expatriado en el Medio Oriente recibe permiso de residencia si están patrocinados por el empresario que los emplea. Es el empleo el que determina en qué país uno puede permanecer. Pero el sentido de camaradería que teníamos en esos días permanece fresco en nuestros corazones, y todavía mantenemos la comunicación entre nosotros.

Rajeev trajo a su colega Venkatesh. Encantador, inteligente, siempre sonriente y de disposición humilde, Venkatesh tenía un pequeño problema respecto a su asistencia al mangala-arotik pero siempre estaba dispuesto a servir. Se convirtió en tan buen distribuidor de libros que ganó la Maratón de Srila Prabhupada. Él obtuvo el máximo número de patrocinadores del Gita Dana de nuestro Yatra. Se casó con Shireena, una cristiana, que también se volvió una devota seria. Ellos comenzaron a dirigir el grupo Bhakti-Vriksha en sus casas. Ellos estaban tan ansiosos de avanzar que por un mes marido y mujer durmieron en nuestra casa para asistir a mangala-arotik, a pesar de que Shireena estaba en estado de gestación avanzado. Luego se mudaron a los Estados Unidos, pero todavía estamos en contacto y sentimos mucha nostalgia de los viejos tiempos.

Bharath, un amigo de familia de Gopala Gauranga, era otro de los jóvenes que estaban empleados en una gran compañía. Él llevaba la contabilidad en el departamento de venta de automóviles de esa empresa. Siempre sonreía, tenía buena mano para la cocina y era muy servicial. Por un par de meses él durmió en nuestra casa para mantener la puntualidad de su sadhana matutino. Él acaba de volverse muy entusiasta y eficiente en todos los aspectos, cuando tuvo que ir a visitar a su madre en la India. Se llevó a su madre viuda para visitar a los padres de un devoto, que estaban paranoicos y ansiosos acerca de la participación de su hijo en la Conciencia de Krishna y que a su vez atemorizaron a la madre de Bharath. Ella se puso nerviosa respecto a la posibilidad de que su hijo permaneciera soltero y prohibió a Bharath el seguir asistiendo a nuestros programas. A través del supervisor de Bharath en el trabajo, que era un pariente de la madre, ella trató de controlar sus movimientos. Bharath continuó asistiendo a nuestros programas muy discretamente, sin que supiera su pariente supervisor, ya que no quería poner a su madre en ansiedad. Hoy en día, años después, él está iniciado, casado, y recientemente su mujer también tomó iniciación. Su madre finalmente asistió a muchos de nuestros programas, y también el pariente supervisor es ahora un serio seguidor de la Conciencia de Krishna.

Sreedhar, un devoto alto, era el conciliador del grupo. Él siempre trataría de resolver las diferencias entre los devotos y siempre mantenía una disposición misericordiosa hacia los recién llegados. Muy serio en su vida espiritual, el quería permanecer como brahmacari por el resto de su vida, y hasta el día de hoy todavía no se ha casado. Se incorporó al templo de Bangalore y luego de un corto tiempo colectando fondos, fue destinado al departamento de las Deidades y sirvió como Jefe del Pujari por varios años.

Parag, del norte de India y viejo amigo de Rajeev Sharma , era adepto a los dulces. El también se quedó por dos meses por la noche en nuestra casa para asistir a mangala-arotik. Parag encontró frustrante su vida laboral y decidió unirse al templo a tiempo completo. También se mudó al templo de Bangalore. Más tarde se casó, se fue al extranjero y comenzó a predicar allá.

Bhakta George permaneció en el apartamento que le facilitaba la empresa donde trabajaba, compartiéndolo con un colega. Él era el cocinero principal de nuestro Yatra, especializado en platos occidentales exóticos. Aunque empezó a cocinar luego de unírsenos, rápidamente se volvió experto con las ollas. Todos los fines de semana para el desayuno de los devotos el hacía bollos, croissants, pizzas, pastas, distintas clases de bizcochos y cosas por el estilo. El menú del almuerzo incluiría un dulce especial tal como el Chutney Radha de ciruelas rojas, albaricoques con crema, o torta de requesón. Antes del programa de la tarde él cocinaría otra vez para los invitados deliciosos platillos para complementar el banquete. George era muy generoso cuando se trataba de dar de comer a los devotos en su apartamento. Él era alto y robusto y se parecía al mundialmente famoso chef de ISKCON Kurma Das. Por lo tanto lo premiamos extra-oficialmente con el apodo “Kurma”. George se mantuvo como un brahmacari incondicional, pero recientemente murió trágicamente de un ataque al corazón.

Todos estos brahmacaris estaban viviendo juntos y llevando una vida regulada. Ellos cocinarían para si mismos, dormirían en el suelo, vendrían dos veces al día a nuestra casa, para el mangala-arotik a las 4:15 a.m. y para el sandhya-arotik de la tarde. Todos ellos daban una décima parte de sus ingresos al fondo del Yatra para el servicio de Krishna. El único momento en el que ellos no estaban ocupados directamente en actividades para la Conciencia de Krishna era en sus lugares de trabajo. Muchos de ellos muy pronto estuvieron listos para la iniciación.

Como muchos grupos de solteros, ellos solían reñir, pero en general cooperaban bien entre ellos. Cualquier riña o malentendido en el ashrama pronto conduciría a un ista-gosthi, donde mi marido trataría de arreglar la situación. Nosotros no queríamos que los conflictos se intensificaran debido a dilaciones o negligencia. Éramos como una gran familia. Este sentido de unidad continúo expandiéndose para así incluir a los recién llegados. Algunos reacios, se sentían incómodos de ver el diluvio de atención que les dábamos pero tarde o temprano eran atraídos.

También había otros devotos serios que vivían por separado, como Bhakta Héctor, Ashok Sawant, Garud, Milind Lollekar, Subramaniam y familia y otros. Subramaniam trajo a su jefe Venkat y a la familia de Venkat a la Conciencia de Krishna.

Bhakta Héctor, luego Hrisikesa Krishna Das, era un Sinhala de Sri Lanka de mediana edad, de baja estatura, de un suave hablar y sin pretensiones. Ingeniero civil de profesión, era el madrugador del Yatra. En la mañana él solía ir al ashrama de brahmacaris para despertar a todos los brahmacaris. Él también se mudó a un país vecino y está predicando allá.

Ashok Sawant, del estado de Maharashtra, era un devoto ideal. Alto y gentil, estaba ansioso de hacer cualquier servicio y era un predicador experto. La manera como él indujo a su esposa a hacer prasadam para él es un ejemplo para todos los maridos. El no declaró repentinamente su cambio de dieta e insistió en que su esposa lo siguiera. Esto era debido a que ella era muy nueva en Conciencia de Krishna. Ashok optó tranquilamente por cocinarse para si mismo. Por supuesto que la esposa se perturbó mucho por esto y se ofreció a cocinar ella misma lo que él quisiera. Gradualmente ella también comenzó a cantar y a visitar el templo. Él todavía está con nosotros y organiza grandes programas de prédica. Durante sus vacaciones él predica en su pueblo natal, Ratnagiri, donde él también invita a su casa a los devotos locales de ISKCON.

Garud, también originario de Maharashtra, había sido un ateo, pero avanzó rápidamente después de empezar a asociarse con los devotos. Él usaba generosamente su automóvil para transportar a los devotos y para hacer diligencias. Más tarde comenzó a manejar miles de kilómetros en el desierto para predicar en el interior. El hizo toda clase de servicios, desde limpiar hasta predicar. Su esposa comenzó a venir pero encontró el intenso ritmo devocional de su marido inquietante; aunque hicimos todo lo posible de nuestra parte en aconsejarla, gradualmente se distanció de los devotos. No obstante, gracias a ella, Garud tuvo completa libertad de hacer lo que quisiera en servicio devocional.

Millind Lollekar, otro de Maharashtra, gustaba de glorificar los Santos Nombres del Señor. Cuando se unió a la Conciencia de Krishna, su mujer todavía estaba en la India. Cuando ella se unió a él en el Medio Oriente ella desafortunadamente no pudo compartir su entusiasmo por los Santos Nombres. Él quería entregarse completamente al servicio de Krishna y a pesar de las limitaciones familiares, Millind está dirigiendo un par de grupos Bhakti-Vriksha. Todo el Yatra intentó ayudarlo a convencer a su mujer a tomar el servicio devocional, pero ella se está tomando su tiempo para involucrarse más.

Subramaniam, un devoto animado, nació en el Sur de la India pero vivía en Kenya, Su buena esposa Sudha y su hija precoz de cinco años, Vanita, también amaban la Conciencia de Krishna. Esta pequeña niña nos llamaría por teléfono para reportarnos cualquier desviación de su madre de las reglas estrictas –infracciones tales como ver televisión- y se quejaría que su madre estaba en maya.

Sudha era una experta cantante y bailarina que había actuado en público pero que gradualmente abandonó su carrera por volverse seria en la Conciencia de Krishna. Ella comenzó a usar su talento para Krishna entrenando a los niños de los devotos y actuando durante los festivales. En un momento dado Subramaniam y Sudha comenzaron su propio Yatra en un país vecino. Subramaniam era muy bueno atrayendo a la gente a la vida espiritual. Cualquiera que hablaba con él terminaba siendo encantado. Siempre glorificaría a otros devotos y sería agradable con ellos. Él atrajo a prácticamente toda su familia y a la familia de su esposa a la Conciencia de Krishna. Él era un contador público y cuando alguien se acercaba a él por trabajo él respondía que trataría de hacer lo mejor posible, pero que era Krishna el que realmente podía darles trabajo así que les pedía que empezaran a cantar. Una vez, después de terminar su entrevista de trabajo y habiendo obtenido el empleo, comenzó a predicarle al superior -que justo acababa de entrevistarle. Unos pocos días después ese mismo superior y su mujer se volvieron asistentes regulares de nuestros programas.

También contábamos con el Sr. Venkatachalam, su mujer Laksmi y su bonita hija Sowmya, un excelente devoto en proceso. El Sr. Venkatachalam, aunque situado profesionalmente en las altas jerarquías (él era Director Financiero en una gran firma), era humilde y sin pretensiones. Él sentía un gran respeto por los devotos, trataba de aprender de ellos, e intentaba ser de alguna utilidad. Su mujer era sincera e idealista. Dos de los brahmacaris solían visitarlo regularmente a su casa para hacer mangala-arotik y su familia comenzó a adorar a la Deidad. Solíamos tener programas semanales regulares en su casa pero pronto tuvieron que marcharse a otro país debido a que cambio de empleo. Felizmente, a pesar de los estrictos controles del gobierno en materia religiosa, ellos comenzaron un Yatra y la prédica está floreciendo.

Muchos de los devotos antes mencionados venían a diario a nuestra casa para mangala-arotik, sandhya-arotik y clase del Bhagavad-Gita. Los fines de semana, nuestra casa estaba repleta de gente dado que pasaban todo el día con nosotros, cocinando y haciendo otros servicios juntos. Cada viernes, día feriado en estos países musulmanes, como parte del programa de la tarde teníamos un elaborado banquete (como aquellos anunciados en la revista De Vuelta Al Supremo).

Gradualmente animábamos a los devotos a dar la clase del Bhagavad-Gita durante los días de la semana, y casi todos aceptaban.

Nuestra celebración anual de Gundica Marjana tendría a todos los devotos realizando una maratón de limpieza en toda la casa, el centro principal de actividades del Yatra. Como esto simultáneamente limpiaría el corazón, todo el equipo se ofreció voluntariamente y disfrutó prestando este servicio.

Muy pronto una familia de bengalíes muy devotos, los Roy, se unieron a nuestro círculo íntimo. El Sr.Roy llegó primero, y se ha vuelto un firme creyente de la Conciencia de Krishna. Él estaba libre de los típicos apegos bengalíes: té, carne y pescado. Él predicaba constantemente a su familia por correspondencia, y cuando su temerosa familia finalmente llegó, él les prohibió tomar cualquiera de esas cosas desde el primer día. Su cariño los conquistó y también la asociación de los demás devotos. Ellos se volvieron muy serios y serviciales. Toda la familia se mudó a ISKCON Mayapur.

En aquél tiempo no teníamos suficientes servicios para mantener a todos los devotos completamente ocupados, así que cuando el deseo de rendir servicio exclusivo a Krishna surgía, la única opción era unirse al templo. El Presidente del templo de Bangalore quería que nosotros le mandásemos todos y cada uno de los brahmacari que teníamos.

No me gustó que no mencionara nada acerca de los grhasthas y así se lo hice saber. En respuesta él propuso desarrollar una granja; pero más tarde adquirió un pedazo de tierra en Bangalore, a dos cuadras del templo, y tenía planes de construir allí un edificio para los grhasthas. Todas las familias comenzaron a pagar a plazos. Aunque provenían de diferentes estados de la India, ellos decidieron estar con los devotos y servir al Señor juntos para el resto de sus vidas. Para algunos de ellos el costo de la vivienda era un tanto prohibitivo pero de alguna manera se las arreglaron en conseguir suficiente dinero y así pagar los plazos regularmente. Muchos han decidido producir el dinero suficiente para mantener su hogar y luego retirarse a un apartamento en Bangalore, dedicando todo su tiempo al servicio de Krishna.

Todos estábamos ‘enganchados’ en la Conciencia de Krishna en nuestro tiempo libre. Durante el período de vacaciones permaneceríamos en casa, organizaríamos un programa de kirtana de veinticuatro horas, con prasadam suministrado de manera constante a los invitados. En otras oportunidades iríamos a parques públicos donde la gente suele hacer picnics y tendríamos actividades juntos como nadar, kirtana, arotik, clase del Bhagavatam y prasadam. Estos picnics elevaban la conciencia de una manera placentera. Los nuevos invitados estaban impresionados por la organización tan eficiente.

Teníamos programas frecuentes en las casas de los devotos más nuevos. Esto trajo oportunidades para predicar a gente nueva. Representamos muchas obritas de teatro durante festivales públicos. Una de ellas fue “Jagannatha Darsanam”, del libro sobre la historia del Señor Jagannatha por Su Santidad Tamal Krishna Maharaja. El guión fue traducido en su totalidad al Tamil por uno de nuestros miembros congregacionales, y fue dirigida por una pareja de devotos habituales, los dos cantando dieciséis rondas. Todos los devotos, incluyendo mi marido, tomaron parte en la obra de dos horas, en un auditórium repleto y fue bien recibida.

Para cada festival, como Janmastami y Gaura Purnima, representamos obras como “El Svayambara de Rukmini” u obras sobre los pasatiempos del Señor Caitanya. Para la celebración del Centenario de Srila Prabhupada producimos una mímica poética sobre la vida de nuestro Acarya-Fundador. Normalmente yo escribía los guiones y dirigía la obra.

Tomamos parte en dos maratones de Diciembre: uno en nombre del templo de Mumbai y otro en nombre del templo de Mayapur. Los devotos se aproximarían a la gente de puerta en puerta en sus oficinas, pidiéndoles que patrocinen Bhagavad-Gitas para ser repartidos entre sus amigos y familiares de vuelta a India. Los devotos estaban entusiasta; y aunque el esfuerzo entero sucedió con poca antelación, conseguimos 2500 patrocinios.

Todos los devotos serios se las arreglaron para ponerse al día con los requisitos personales exigidos y trataban con todas sus fuerzas asistir a nuestros diferentes programas. Cualquiera que mostrara aunque fuera una ligera inclinación hacia maya se le predicaría fuertemente. Llamadas al despertar para mangala-arotik era algo habitual, las ausencias serían reportadas con gran preocupación. Para ayudarlo a superar su holgazanería, al devoto en falta se le pediría quedarse a dormir en nuestra casa o en el ashrama de brahmacaris.

En este sentido, recuerdo claramente un acontecimiento. Una vez nuestro Guru Maharaja estaba con nosotros en una visita de dos días y, luego de un programa tarde en la noche, me levanté temprano a la mañana siguiente. Gopala Gauranga y Bhakta Pradeep también se levantaron (Pradeep de Bangladesh trabajaba como un ayudante ordinario en la cocina de un ministro pero siempre leía y cantaba habitualmente). Ellos dos siempre se ofrecerían voluntariamente para las tareas más ingratas (y contribuyendo así con la pereza de los otros devotos).

Era de esperarse que las devotas llegaran más tarde para ayudar a preparar el desayuno, pero nosotros teníamos que empezar a cocinar antes. Siempre he sido muy cuidadosa de nunca omitir ni siquiera un simple mangala-arotik pero, bastante caprichosamente, esa mañana decidí que no importaría demasiado si pasaba por alto mangala-arotik sólo por un día. Así que alrededor de las 4:30 a.m. Gopala Gauranga, Pradeep y yo estábamos ocupados en la cocina cuando Jayapataka Maharaja de repente entra y pregunta, “¿Qué pasa con el mangala-arotik? Estaba sorprendida de ver a Maharaja levantado tan temprano después de un programa tarde en la noche. A toda prisa arreglamos todo y realizamos el arotik a puerta cerrada. Pero aprendí mi lección: nunca jamás pases por alto ningún mangala-arotik.

Tuvimos la primera ceremonia de matrimonio cuando Bhaktin Alka se casó con Rajeev Sharma, otro de nuestros devotos dedicados. A partir de entonces tratamos de asegurar que cualquier nuevo matrimonio fuera entre devotos.

En aquél entonces manteníamos un kirtana semanal en el templo. El templo era una bella y artística estructura en mármol construida por las familias Gujaratis de importancia, las cuales debido a una historia de amistad y apoyo mutuo, disfrutaban de una buena relación con el gobernante musulmán. Mientras hacíamos el kirtana, mayormente dirigido por mí, los devotos se mantenían alerta en búsqueda de gente interesada, para invitarlos a nuestros programas.

Manteníamos una base de datos de toda nuestra congregación. En 1995 contábamos con aproximadamente doscientos nombres. Setenta u ochenta devotos asistían el programa de los viernes (equivalente al programa de domingo en cualquier otro lugar del planeta), y alrededor de cincuenta, eran miembros del núcleo principal de la congregación. En aquél tiempo algunos de nuestros devotos entrenados habían comenzado ya nuevos Yatras en países vecinos.

Comenzamos a tener nuestros programas de los viernes en un salón público de la localidad. Eramos el único grupo comprometido a pagar la renta del salón y por un año entero disfrutamos de su virtual monopolio. Colgaríamos fotos y carteles y pondríamos una mesa para vender libros, cintas y parafernalia de ISKCON. Mientras se daba la clase, muchos devotos esperarían como halcones cerca de la entrada para volar en picada sobre “clientes” potenciales y “comercializar” la Conciencia de Krishna.

Durante el kirtana de la semana en el templo, distribuiríamos panfletos con mensajes escogidos del Sri Namamrta, la colección de citas de los libros de Srila Prabhupada acerca de las glorias de los Santos Nombres.

Cualquier actividad regular que los templos de ISKCON hacían, nosotros no fallamos en seguirlas. Deseábamos intensamente estar tan cerca -como nos fuera posible- del proceso auténtico.

Pero todavía no éramos conscientes de que ni siquiera habíamos empezado el verdadero viaje extático de la Conciencia de Krishna

de www.mundonamahatta.org